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Neuroliderazgo: liderar con el cerebro
Según un estudio de Harvard, los líderes que practican la atención plena mejoran la satisfacción laboral y reducen el estrés en sus equipos. Entender cómo el cerebro impacta nuestras decisiones y emociones permite liderar con empatía, fomentando la creatividad y la innovación.
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La neurociencia proporciona una nueva perspectiva sobre cómo liderar con inteligencia, especialmente hoy en día, cuando los desafíos de liderazgo aumentan a un ritmo inimaginable. El acto de liderar con el cerebro no es solo una metáfora elegante, sino un hecho. Nuestro mundo necesita líderes que comprendan el funcionamiento de la mente humana para hacerles frente a las complejidades de la incertidumbre y el cambio.
Lo dice la neurociencia: el cerebro es un órgano increíblemente adaptable. Para no usar terminología científica, la clave es entender cómo las neuronas, sinapsis y hormonas impactan cada decisión que tomamos, cada interacción que tenemos y cada estrategia que implementamos.
Según un estudio de Harvard (2017) , los líderes que priorizan la atención y se mantienen conectados con el presente experimentan un aumento del 22% en la satisfacción laboral y una reducción del 25% de los niveles de estrés de sus equipos. Así pues, el acto de estar presente y consciente tiene un efecto significativo y cuantificable en la productividad y el bienestar de los empleados.
¿Cómo podemos interpretar esto? Un equipo que está estresado no es uno productivo, pues esta emoción es la principal enemiga de la creatividad y la innovación. Entonces, liderar con empatía y mindfulness es fundamental para tener un equipo en constante evolución, innovando y esforzándose por mejorar.
No centremos la atención en ser los jefes, sino en ser líderes que realmente comprenden los sistemas biológicos y emocionales de su equipo.
Hacer prácticas de retroalimentación positiva es crucial en el campo de la neurociencia. Si no lo creen, piensen en cuánto se han alegrado si alguna vez un superior les dijo un simple “buen trabajo”. Ese acto puede desencadenar la liberación de dopamina en la mente de los colaboradores y esa pequeña descarga de felicidad no solo mejora su estado de ánimo, sino que aumenta la motivación y la productividad. Dicho esto, no dude en elogiar a alguien de su equipo que esté haciendo un gran trabajo. Verá que sus esfuerzos no se quedan solo en la amabilidad, sino que contribuyen a mejorar la química cerebral de su equipo.
No requerimos de un doctorado en neurociencia para ser buenos líderes, pero sí debemos entender que liderar con el cerebro también conduce a hacerlo con el corazón y con humanidad.
El objetivo es establecer un entorno que fomente una sensación de seguridad, un sentido del honor e inspiración entre las personas. Es momento de que los líderes sean conscientes y tengan en cuenta que cada interacción, palabra y decisión impacta las mentes y corazones de sus equipos.
En conclusión, ser capaces de liderar con el cerebro no es solo una idea de moda, sino que tenemos que adoptar el uso de la neurociencia porque nos permite obtener una comprensión profunda de nuestros equipos y de nosotros mismos. Busque las herramientas, aplíquelas y desarrolle los comportamientos de un líder que no solo da órdenes, sino que inspira, motiva y conecta con los demás, acercándose así a la excelencia del liderazgo.
Por: Cristina Palacio Galeano, Gerente de Operaciones Algar Tech MSP Colombia