Tecnología
Billeteras para criptomonedas: ¿qué diferencia hay entre una ‘hot wallet’, una ‘cold wallet’ y una ‘hardware wallet’?
Cada tipo de billetera tiene un propósito en cuando a la facturación y conocimientos.
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El origen de las billeteras virtuales se remonta a la aparición de la primera criptomoneda, el Bitcoin, y su primera billetera digital creada en 2009 por Satoshi Nakamoto, el desconocido creador de la misma. Estas billeteras, también conocidas como monederos, son el lugar donde se guardan los activos digitales y cuentan con “claves privadas” que funcionan como la llave de una caja fuerte, permitiendo acceder a las criptomonedas.
“Tener una billetera virtual o digital es uno de los primeros pasos o requisitos para poder operar con criptomonedas y, para no cometer errores, es muy importante entender los diferentes formatos, sus pros y contras”, recomienda Ramiro Raposo de Bitwage, plataforma de pago de honorarios en criptomonedas y dólares digitales.
Hot wallets
Las hot wallets, también conocidas como billeteras calientes o blandas, son aquellas que se encuentran en línea y son accesibles a través de dispositivos como un computador, notebooks, tablets o smartphones mediante software, aplicaciones o sitios web. Son ideales para el manejo diario debido a su facilidad de uso, similar a una cuenta bancaria que requiere un usuario y contraseña. Sin embargo, es importante ser precavido, ya que están expuestas a ataques informáticos. La responsabilidad de la seguridad y el acceso a los activos suele recaer en el proveedor del servicio.
Warm wallets
Las warm wallets, o billeteras tibias, están conectadas a internet y son accesibles mediante aplicaciones descargables. La autenticación en estas billeteras se realiza a través de una contraseña de 12 palabras clave o un número PIN, cuya custodia es responsabilidad exclusiva del usuario. Aunque no se recomienda almacenar fondos significativos en estas billeteras debido a su menor nivel de seguridad, son útiles para transacciones diarias.
Cold wallets
Las cold wallets, conocidas como billeteras frías, duras o de hardware, son dispositivos físicos como pendrives o memorias externas que no tienen conexión a internet. Este tipo de billetera ofrece un alto nivel de seguridad, ya que operan sin conexión, lo que minimiza el riesgo de hackeos. Sin embargo, la responsabilidad total de la custodia de las claves recae en el usuario, ya que no existe intermediación de un proveedor de servicios o banco.
Hardware wallet
Las hardware wallets, una subcategoría de las ‘cold wallets’, son dispositivos físicos diseñados específicamente para almacenar criptomonedas. Ejemplos conocidos incluyen Trezor y Ledger, que no solo permiten almacenar activos, sino también comprar criptomonedas, acceder a contenido educativo, entre otros servicios. Los precios de estos dispositivos varían entre 70 y 300 dólares. A pesar de su seguridad, es fundamental que los usuarios comprendan la importancia de la responsabilidad personal en la custodia de estos dispositivos.
De acuerdo con Ramiro Raposo, “los usuarios, en su mayoría, eligen ‘hot wallets’ (exchanges) por la facilidad de operar en el día a día, pero a medida que van aumentando en facturación y conocimiento se pasan a cold o warm wallets por seguridad y privacidad”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algo: “Lo importante es recordar que a la hora de comparar, el proveedor no debería requerir que se tenga los activos en su plataforma, ya que no se tendría el control de los mismos. En varios países de Latinoamérica hemos vivido la experiencia que las entidades centralizadas se queden con nuestros fondos y eso no ocurriría si cada uno guardara sus valores sin intermediarios”, asegura Tania Lea, directora Azteco, plataforma que permite adquirir bitcoin en comercios u online.