<![CDATA[Semana]]>https://www.semana.comWed, 24 Jul 2024 02:01:23 +0000es1hourly1<![CDATA[Elecciones del próximo domingo en Venezuela: una encrucijada de futuro]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/elecciones-del-proximo-domingo-en-venezuela-una-encrucijada-de-futuro/202454/https://www.semana.com/opinion/articulo/elecciones-del-proximo-domingo-en-venezuela-una-encrucijada-de-futuro/202454/Tue, 23 Jul 2024 11:17:54 +0000Las elecciones del próximo domingo en Venezuela marcan un momento trascendental en la historia reciente del país. El pueblo venezolano, agobiado por años de crisis económica, social y política, se encuentra ante una encrucijada que podría redefinir su futuro. A lo largo de los años, las esperanzas de millones de ciudadanos han sido continuamente defraudadas, pero esta nueva jornada electoral trae consigo una mezcla de escepticismo y esperanza que merece ser analizada con detenimiento.

En el centro de este proceso electoral se encuentra el Consejo Nacional Electoral (CNE), cuyos antecedentes en términos de imparcialidad y transparencia han sido cuestionados repetidamente. A pesar de las críticas y los evidentes desafíos, es innegable que la realización de estas elecciones representa un intento de validación democrática en un país en que las instituciones han sido profundamente erosionadas. Este acto, más allá de sus limitaciones, podría ser un paso significativo hacia la recuperación de la confianza en el sistema electoral.

El contexto en el que se celebran estas elecciones no puede ser más complejo. La República Bolivariana de Venezuela ha enfrentado una crisis humanitaria sin precedentes, marcada por la escasez de alimentos y medicinas, el colapso de la infraestructura y la hiperinflación. Estas condiciones han empujado a millones de venezolanos a buscar un nuevo comienzo en otros países, generando una diáspora que ha dejado su marca en toda la región. En este escenario de adversidad, votar se convierte para muchos en una manifestación de resistencia y dignidad, un esfuerzo por preservar la esperanza en medio de la tormenta.

La represión de la oposición y la censura de los medios de comunicación siguen siendo enormes obstáculos. Sin embargo, es notable ver cómo los actores políticos continúan buscando formas de participación y movilización, a pesar de las dificultades. Líderes opositores, muchos de ellos exiliados o inhabilitados políticamente, han desempeñado un papel crucial en mantener viva la llama de la democracia. Su persistencia y determinación son un testimonio de la resiliencia del pueblo venezolano y su anhelo de un cambio real.

La comunidad internacional también representa un papel importante en este proceso. Las sanciones y las condenas de diversos gobiernos y organismos internacionales han sido un intento de presionar al régimen de Nicolás Maduro. No obstante, estos esfuerzos han tenido un impacto limitado y, en varios casos, han terminado exacerbando la crisis económica. La diplomacia y la intervención internacional deben buscar un equilibrio que permita apoyar una transición democrática genuina sin agravar el sufrimiento de la población.

Además, es fundamental destacar el papel de la sociedad civil y los colectivos ciudadanos en estos comicios. Organizaciones que promueven la transparencia electoral, los derechos humanos y la participación ciudadana han sido pilares fundamentales para una observación crítica y vigilante del proceso. Su trabajo es esencial para garantizar que las voces de los ciudadanos sean escuchadas y respetadas.

El próximo domingo, los venezolanos acudirán a las urnas con la esperanza de que su voto sea un paso hacia la reconstrucción del país. A pesar del escepticismo y las dificultades, las elecciones representan una oportunidad para la reflexión y la acción colectiva. El camino hacia una Venezuela libre y próspera es largo y lleno de retos, pero cada elección es un peldaño hacia el fortalecimiento de la democracia y el respeto de los derechos fundamentales.

Las elecciones del próximo domingo en Venezuela son un momento de significativa importancia y simbolismo. Este proceso electoral, con todas sus limitaciones, es un reflejo del espíritu indomable del pueblo venezolano. Su capacidad para resistir, adaptarse y luchar por un futuro mejor no debe subestimarse. La esperanza, aunque frágil, sigue siendo una fuerza poderosa, y es esa esperanza la que guiará a los venezolanos en su búsqueda de un nuevo amanecer democrático.

No puedo finalizar sin dar las gracias a María Corina Machado, quien con su temple, fuerza, dinamismo y amor patrio durante décadas ha luchado por una Venezuela libre. Gracias a ella, y a los millones de venezolanos que votarán este domingo, la democracia tendrá la victoria.

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<![CDATA[Fiestas patrias]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/fiestas-patrias/202415/https://www.semana.com/opinion/articulo/fiestas-patrias/202415/Tue, 23 Jul 2024 11:14:15 +0000La obertura se toca por la orquesta antes de que se levante el telón para que los espectadores asimilen el clima emocional del espectáculo. Su equivalente, para el fin que persigo, es el tradicional desfile militar de ese día.

Hoy sabemos con certeza que el presidente llegó tres horas tarde porque él mismo dio unas deleznables explicaciones. Sin embargo, con excepción de El Colombiano y Semana, casi todos los demás medios guardaron silencio sobre ese grave episodio, que lo es, primero, por el bloqueo del espacio aéreo de la ciudad por mucho más tiempo del previsto, lo cual causó enormes perjuicios a los viajeros. Y en segundo, por la falta de respeto que esa demora significa para el estamento militar -que tantos desaires ha recibido en estos dos años- y para las familias que acudieron a presenciar ese evento.

Cabe un doble reproche: a Petro por su desdén (en habitual) por los valores de la nación. Y a los medios que optaron por la autocensura: sabían lo que sucedió, debieron percibir su importancia, pero prefirieron callar.

Hablemos de la puesta en escena. El presidente se presentó adecuadamente vestido (lo que no hizo durante su fugaz presencia en el desfile militar), pronunció su discurso sin agravios ni ironías, con coherencia discursiva y claridad de ideas. Resolvió actuar, así fuere por excepción, con la dignidad de un jefe de Estado en un país democrático.

Los voceros de la oposición hablaron con la dureza que cabía esperar y reclamaron un poco más de tiempo. Los presidentes de la sesión conjunta manejaron con prudente flexibilidad la situación. Los parlamentarios de las diferentes formaciones expresaron su respaldo o rechazo de manera ruidosa, aunque sin excesos. Y por último, el presidente escuchó a la oposición como es necesario que ocurra; el nefasto precedente sentado por Duque quedó atrás.

En el acto final de la obra, que es cuando se suicida Cio-Cio San, en Madame Buterfly, o muere Violeta de tuberculosis en La traviata, no ocurrió nada semejante. Las plenarias de Senado y Cámara eligieron sus presidentes bajo las reglas previstas. No hubo drama. El normal funcionamiento de las instituciones puede ser aburrido.

Tomen nota los que piensan que nuestras instituciones son tan endebles como los telones, mobiliario y vestuario, que se usan en el teatro musical. Funcionan a pesar del asedio que padecen. Y allí estarán para garantizar, en un muy difícil contexto en la periferia del país, el proceso electoral de 2026.

Comentemos ahora algunas arias del cantante principal de esta singular pieza musical. Avasallado por la evidencia, dijo asumir “responsabilidad política” por los eventos de corrupción sucedidos en la UNGRD, los cuales atribuyó a Olmedo López, un actor marginal, que mal pudo gozar de la autonomía necesaria para movilizar recursos cuyas magnitudes son asombrosas. Haber enviado a las tinieblas exteriores a ese personaje no basta. Faltan las cabezas de quienes urdieron esa conjura criminal. Las pruebas hasta ahora conocidas apuntan a los estratos altos del gobierno y a parlamentarios ubicados en posiciones estratégicas.

Otra de esas canciones tenía por tema la fases de la violencia en Colombia: (i) la que tuvo lugar entre los partidos Liberal y Conservador en los años cincuenta del pasado siglo; (ii) la insurgencia guerrillera que se dio en el contexto de la Guerra Fría, (iii) y la actual que gira en torno a la explotación de negocios ilícitos. Tiene razón. Pero, en tal caso, ¿qué sentido tienen las negociaciones de paz con los alzados en armas? Negociamos cuestiones políticas con meros delincuentes. Ese es teatro del absurdo.

Cree el primo tenore que los sectores de vivienda e industria están estancados porque los bancos no les quieren prestar (como si hacerlo no fuera su negocio). De ahí que proponga inversiones forzosas al sector bancario. No se le ocurre imaginar que el problema es la escasez de la demanda por crédito, cuya causa es el clima de incertidumbre que el gobierno ha creado. A lo anterior añade que en el crecimiento reciente del sector agropecuario han jugado un papel esencial tales gravámenes. No es verdad. Los préstamos financiados con ellos son un elemento marginal en la dinámica del sector.

Se ufana esa notable figura del arte lírico de que el incremento del salario mínimo real -política usada también por gobiernos anteriores- es la causa de que la desigualdad y la pobreza hayan disminuido. Francamente dudo. Pero si fuere correcta esa tesis, deberíamos pensar en duplicarlo o triplicarlo, y establecer un estricto control de precios para evitar que la avaricia de los empresarios se apropie de esa riqueza. Cuba y Venezuela lo han intentado.

Sorprende que no se incluyera, al menos entre las pequeñas obras que, como manifestación de gratitud por los aplausos, suelen incluirse al final del programa, alguna referencia a la célebre e indescifrable constituyente, a pesar de que sacarla adelante fue la principal tarea asignada al nuevo ministro del Interior. Alguno de los contertulios señaló que se trata de una movida táctica. El poder constituyente popular, que empujará al Congreso en la dirección “correcta”, se construye a partir de las masas estudiantiles radicalizadas de la Nacional y otras universidades estatales. Para eso ha colocado a un agitador al frente del Ministerio de Educación.

Finalizado el evento, y en vez de ver Sábados felices, discutimos la realidad de los partidos políticos, que no corresponde con la nomenclatura formal. Concluimos Carlos, Eduardo, Juan David y yo que hay tres formaciones políticas que no están contaminadas. La integran el Centro Democrático, Cambio Radical y el Pacto Histórico. En este último militan los que creyeron que el actual sería el “gobierno del cambio”, no del intercambio. (Me robo una expresión de Andrés Caro). ¡Honda su desilusión!

La otra coalición importante es la de los corruptos, afiliados a los partidos Liberal, Conservador, de La U y Alianza Verde. Se sabe quiénes son. Hay que castigarlos en las parlamentarias de 2026. Flotan por ahí, además, un montón de buenos parlamentarios que oscilan entre la indignación y la impotencia. Qué bueno fuera que se hicieran notar. Katherine Miranda hay varias.

Briznas poéticas. Aforismo de Nicolás Gómez Dávila: “Madurar es transformar un creciente número de lugares comunes en auténtica experiencia espiritual”.

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<![CDATA[Las coincidencias entre Claudia López y Gustavo Petro]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/las-coincidencias-entre-claudia-lopez-y-gustavo-petro/202446/https://www.semana.com/opinion/articulo/las-coincidencias-entre-claudia-lopez-y-gustavo-petro/202446/Tue, 23 Jul 2024 11:13:46 +0000El consumidor, al seleccionar un producto, analiza qué tan bien se adapta a las necesidades que tiene. Para algunos, ciertas características del producto son más importantes, mientras que para otros son otras; afortunadamente, en una economía de mercado como la colombiana, los compradores tienen la prerrogativa de escoger los productos que se ajustan a la necesidad de cada uno. Esto es, sin ninguna duda, un gran logro de nuestra sociedad y de los colombianos.

En contraste, la economía planificada, aquella en que el Estado toma un rol preponderante, no permite ofrecer productos y servicios acoplados a las necesidades de cada comprador. Acordémonos de la Unión Soviética, donde existía una oferta muy limitada de modelos de automóviles, y los que podían acceder a ellos no necesariamente compraban el que necesitaban. En esa época los soviéticos sólo podían disfrutar vacaciones dentro de la cortina de hierro, no podían escoger el lugar que mejor respondiera a sus necesidades por las limitaciones que imponía el Estado. Los chinos, por su lado, vestían todos con las mismas prendas.

Si hay algo que ha caracterizado a Petro en Colombia es su amor por el modelo de economía planificada. Su afán de manejar desde lo público el sistema de salud y el de pensiones, para que los funcionarios públicos definan una oferta limitada, a cambio de las múltiples alternativas que ofrecía el sector privado, es solo un ejemplo. Las reformas tributaria, agraria, laboral y muchas más de sus actuaciones se han diseñado con ese objetivo, que el Estado sea preponderante en la vida de las personas, a costa de la libertad de ellas mismas de comprar productos y servicios que se adapten a sus necesidades.

Sobra decir que aquellos países que, como Rusia o China, en algún momento tuvieron un modelo de economía planificada, tuvieron que salir de ella para ser exitosos económicamente. Lejos está la China donde todos sus habitantes vestían de la misma manera o se limitaba desde el Estado el número de hijos que podía tener una pareja, o de la economía planificada que impedía a los soviéticos hasta estudiar lo que querían. En esos países todo era dominado por los miembros del Partido Comunista a costa de sus habitantes.

La razón por la cual la Unión Soviética y China renunciaron al modelo de economía planificada no fue por la presión de una derecha facha y uribista, sino porque el mismo pueblo, el más perjudicado por este modelo, exigió el cambio. Hoy los habitantes de China y Rusia viven mucho mejor que bajo el modelo de economía planificada. Sólo países como Venezuela, donde muchos de sus habitantes dependen del Estado hasta para comer con las famosas cajas Clap, o Cuba, una isla en ruinas, persisten en ese modelo. En estos países el deshumano nivel de vida ha provocado inmensas migraciones de persona que huyen hacia otras geografías. Esa, tenemos que estar convencidos, es la Colombia de Petro que nadie quiere, con la excepción de aquellos que desean controlar el Estado a costa de sus ciudadanos.

Además del Pacto Histórico de Gustavo Petro, otros políticos han tomado medidas de importancia basadas en la economía planificada. Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, hoy acérrima crítica del presidente Petro pero quien le ayudó de manera sustancial para llegar al Palacio de Nariño, tuvo esa orientación al aprobar el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para Bogotá, perjudicando así en gran forma su juventud. Vamos por pasos.

El POT de Claudia López, en uno de sus apartes más importantes, prohibió construir vivienda de interés social (VIS) de menos de alrededor de 42 metros cuadrados en la ciudad. Entendamos que la VIS tiene hoy un límite de precio cercano a los 200 millones y que, dada la limitación en área es imposible para un constructor que las cuentas le den para construir este tipo de vivienda en barrios como Santa Bárbara, Suba, Veraguas, Bosa o Engativá. Podrán, sin embargo, construirse en municipios aledaños a Bogotá con valores de tierra más bajos, como Chía, Funza o Soacha, generándoles a quienes quieran vivir allí desplazamientos diarios de más de una hora en cada sentido para llegar a su lugar de trabajo.

Ahora imaginen una pareja modesta de jóvenes de 25 años que trabajan en el centro financiero de la ciudad, en la calle 72 con 7. ¿Qué prefieren ellos, un apartamento de 50 metros cuadrados en la Calera o uno de 35 en Chapinero? Al no haber oferta disponible con esos bajos metrajes como consecuencia del POT de Claudia, nuestra pareja tendrá que renunciar por ahora a tener vivienda propia (lo cual no es poco) o tendrá que comprar su vivienda fuera de Bogotá y aguantarse el trancón todos los días. ¿No será que lo más conveniente es que nuestra pareja decida qué es lo que prefiere en vez de que decida por ella el POT de la exalcaldesa?

La economía planificada de mercado es uno de los peores enemigos del desarrollo y para conseguir mejor nivel de vida para los colombianos. Para desaparecer ese empobrecedor modelo no solo es suficiente que no se prolongue el mandato del partido de gobierno actual, sino que funcionarios con esa misma mentalidad, como Claudia López, no perpetúen ese modelo económico.

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<![CDATA[El nuevo orden geopolítico y la torrente de cisnes negros]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/el-nuevo-orden-geopolitico-y-la-torrente-de-cisnes-negros/202442/https://www.semana.com/opinion/articulo/el-nuevo-orden-geopolitico-y-la-torrente-de-cisnes-negros/202442/Tue, 23 Jul 2024 10:55:42 +0000En los anales de la historia, el año 2024 será recordado por su implacable cascada de eventos profundos que remodelaron el panorama geopolítico con una ferocidad sin precedentes. El sábado 13 de julio, un impactante intento de asesinato del expresidente Donald Trump sacudió el ámbito político estadounidense. Al mismo tiempo, los rumores de un ataque cardíaco del presidente chino Xi Jinping se volvieron virales, propagados por los medios rusos, y una falla generalizada en los servidores de ciberseguridad, causada por una actualización mal configurada de CrowdStrike, demostró la fragilidad de nuestra infraestructura digital. Estos eventos subrayan la profunda vulnerabilidad de nuestros sistemas a posibles ciberataques a gran escala, anunciando una nueva era de incertidumbre.

Definiendo el cisne negro

El concepto seminal de Nassim Nicholas Taleb sobre el evento del cisne negro es crucial para entender nuestra situación actual. Taleb define un cisne negro como un hecho atípico, un evento tan raro e impredecible que ningún dato pasado puede pronosticar convincentemente su ocurrencia. Estos eventos tienen impactos severos y, a pesar de su improbabilidad, a menudo se racionalizan después del hecho, creando una ilusión de predictibilidad.

Características clave de un cisne negro:

  • Rareza: eventos extraordinariamente raros que desafían la predicción basada en datos históricos.
  • Impacto severo: estos eventos tienen consecuencias profundas y de gran alcance.
  • Predictibilidad retrospectiva: en retrospectiva, a menudo elaboramos explicaciones, haciendo que los eventos parezcan menos aleatorios de lo que realmente son.

Taleb, aunque un brillante generalista, es conocido por su actitud contenciosa y desprecio por muchos economistas y profesionales. Sin embargo, uno de los intelectuales que respeta es Didier Sornette, profesor emérito de ETH Zurich. El concepto de Sornette de eventos rey dragón enriquece aún más nuestra comprensión de los valores atípicos extremos.

Eventos rey dragón: más allá del cisne negro

Didier Sornette introdujo el término rey dragón para describir eventos raros y extremos, fundamentalmente diferentes del comportamiento regular y predecible del sistema. A diferencia de los cisnes negros, que son valores atípicos que siguen una distribución de ley de potencia, los reyes dragón representan eventos que van más allá de la ley de potencia, destacándose como excepciones incluso dentro de la cola de la distribución. Estos eventos son generados por mecanismos distintos, lo que hace que se desvíen significativamente de las distribuciones estadísticas esperadas. Los reyes dragón a menudo señalan cambios sistémicos, burbujas y colapsos, indicando una transformación subyacente en la dinámica del sistema.

Características clave de los reyes dragón:

  • Singularidad: los reyes dragón son singulares y únicos, destacándose de los patrones regulares.
  • Predictibilidad: a pesar de su rareza, los reyes dragón pueden estar precedidos por precursores identificables o señales de advertencia temprana.
  • Mecanismo distinto: generados por mecanismos diferentes a los que producen valores atípicos normales.

El auge del proteccionismo

Trump, visto por muchos estadounidenses como un héroe, canaliza un sentimiento de proteccionismo creciente. Este sentimiento no se limita a Estados Unidos; Europa también está experimentando un resurgimiento del nacionalismo en Francia, Alemania, Polonia y Hungría. El problema en Europa es más complicado debido al choque de dos religiones y sistemas: el choque del Islam contra la sociedad occidental cristiana. El Imperio austrohúngaro intentó el experimento de coexistencia de ambos sistemas culturales, y todos sabemos cómo terminó. La Eurozona es el Imperio austrohúngaro de nuestros tiempos.

Esta ola de proteccionismo anuncia una nueva era de cambios geopolíticos y económicos. El proteccionismo podría debilitar las tesorerías nacionales e iniciar guerras de divisas a gran escala. La histórica devaluación del yen plantea preguntas críticas: ¿es esta una estrategia del gobierno japonés para ganar una ventaja competitiva o simplemente una consecuencia del entorno macroeconómico actual?

El dólar y los siete magníficos

En medio de este caos, el dólar estadounidense permanece fuerte frente a otras monedas fiduciarias. Estados Unidos disfruta de una mayor productividad y un grado de independencia energética sin igual entre sus aliados. Los siete magníficos, los actores clave en la revolución de la inteligencia artificial, tienen su sede en Estados Unidos. Aunque estas empresas dominan la narrativa actual, muchos analistas las consideran una burbuja. Sin embargo, el mayor riesgo puede no estar en los gigantes de la IA. La pregunta apremiante es qué empresas, países y activos sufrirán en un nuevo régimen proteccionista.

Una década de conflicto

Estamos entrando en una década marcada por guerras de divisas, guerras comerciales, batallas tecnológicas y conflictos por poderes. Los mercados emergentes enfrentan fragilidad, donde el proteccionismo sin ganancias de productividad podría llevar a una inflación descontrolada o al colapso de la moneda.

Cuando la confianza en los estados colapsa, los refugios tradicionales como el oro resurgen. Mientras tanto, un número significativo de entusiastas se reúne en la conferencia de Bitcoin en Nashville, buscando crear una ruta de escape para los ciudadanos en países donde el contrato social está fallando. Aunque la conferencia en sí es pequeña, representa el espíritu de millones que anhelan la libertad financiera. Por primera vez, los ciudadanos pueden invertir en un contrato digital con reglas claras, ofreciendo una posible escapatoria de las monedas nacionales en colapso.

La capitalización política

Este movimiento inevitablemente será capitalizado políticamente por varios representantes. Figuras como Donald Trump, Robert Kennedy, el senador Bill Hagerty, la senadora Marsha Blackburn y Vivek Ramaswamy buscarán aprovechar este sentimiento, moldeando el futuro panorama geopolítico.

Conclusión

El nuevo orden geopolítico está definido por la emergencia de eventos rey dragón y una torrente de cisnes negros, remodelando nuestro mundo de maneras impredecibles. A medida que navegamos por esta era turbulenta, la importancia de mantenernos adaptables, perspicaces y preparados no puede ser subestimada. Reconocer estos cambios sísmicos como eventos rey dragón nos permite entender mejor y anticipar los profundos cambios que se avecinan, permitiéndonos adaptarnos y prosperar en un mundo que evoluciona rápidamente.

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Publicaciones Semana - Juan Carl
<![CDATA[¿A quién le conviene que Trump esté muerto?]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/a-quien-le-conviene-que-trump-este-muerto/202421/https://www.semana.com/opinion/articulo/a-quien-le-conviene-que-trump-este-muerto/202421/Tue, 23 Jul 2024 11:28:21 +0000El pasado sábado 13 de julio el mundo se sacudió con la noticia del intento de asesinato contra el expresidente y hoy candidato presidencial por el Partido Republicano, Donald Trump. Los medios de comunicación siguieron en vivo el acto terrorista, dejando para la historia fotografías de todo lo sucedido, entre esas una en la que se muestra la trayectoria de la bala. El balazo impactó la parte de arriba de la oreja derecha del expresidente Donald Trump, pasando a menos de un cuarto de pulgada de su cabeza y provocando un profuso sangrado debido a la naturaleza vascular de la oreja.

El Servicio Secreto se demoró en tomar acciones inmediatas, logrando que este suceso fuera considerado el fracaso operativo más grande de la historia de esta institución y llevando a su directora, Kimberly Cheatle, a admitir ante el Congreso que tanto ella como su agencia fracasaron ante el intento de asesinato del expresidente, asumiendo así toda la responsabilidad. Después de tantas dudosas fallas lograron dar de baja al agresor; digo dudosas fallas porque hay muchos hechos que mostraron los medios de comunicación como si hubiera sido algo como orquestado.

¿Por qué hicieron caso omiso cuando varios ciudadanos que se encontraban en el evento estaban diciéndoles a los agentes que había alguien en un techo con un rifle? ¿Por qué movieron a los asistentes que se encontraban detrás del expresidente Trump minutos antes del ataque? Si el Servicio Secreto está entrenado para ver posibles blancos de ataque, ¿por qué no cerraron toda posibilidad de que alguien estuviera en ese techo desde donde el agresor disparó? ¿No debería haber estado allí un francotirador y no un delincuente?

Este funesto suceso de intento de asesinato a un expresidente y hoy candidato no se vivía en ese país desde la época de Ronald Reagan en 1981, es decir, hace 43 años, el cual ha generado todo tipo de especulaciones y llevado a muchos a preguntarse: ¿a quién le conviene que Trump esté muerto?

Hay algo claro y es la polarización en que hoy se encuentra el país. La pelea y los ataques constantes entre los demócratas y los republicanos han contribuido a la división de la nación más poderosa del mundo. Las políticas fracasadas de los demócratas en cuanto al control de la inmigración ilegal, el libertinaje y el acabose en que se encuentran los estados manejados por personas del ala radical de este partido, como California, Nueva York, Pensilvania, entre otros, también han llevado a los estadounidenses conservadores a ser más radicales.

La izquierda mundial está en contra de Donald Trump por varias razones que abarcan sus políticas, su retórica y sus acciones durante su mandato como presidente de Estados Unidos. Su oposición constante contra la inmigración ilegal que está llegando masivamente a Estados Unidos a través de la frontera sur le ha generado ataques constantes de los demócratas y la izquierda radical mundial, que no han tomado las medidas necesarias para frenar esta situación que generó la llegada a Estados Unidos de la banda criminal venezolana Tren de Aragua, hoy considerada por el Congreso estadounidense como una organización criminal transnacional.

También hay otros factores que influyen en la persecución contra Trump, como la polarización del país en cuanto a lo político, pues su política exterior causa pánico entre los progresistas, quienes generan el caos y la desinformación a nivel mundial. Es una plaga que se debe frenar. La religión, el regresar la cátedra sobre Dios y la ética a los colegios es algo con lo que los progresistas no están de acuerdo porque supuestamente ataca sus libertades.

Las políticas económicas de desigualdad que Trump ha promovido sobre los recortes de impuestos que benefician principalmente a los ricos y a las grandes corporaciones, a la izquierda no le gustan porque ellos abogan por una mayor redistribución de la riqueza que no producen y políticas que beneficien a las clases trabajadoras y medias, es decir, quitarle al rico (quienes son los que crean empresas y generan empleo) para darle al pobre sin que este trabaje; volverlos dependientes del Estado.

El progresismo mundial, no solo el estadounidense, ha mostrado una fuerte oposición a Donald Trump por diversas razones que van más allá de las fronteras de Estados Unidos. Estas razones abarcan tanto sus políticas internas como su enfoque hacia la política exterior y su impacto global. La salud, los derechos sociales, entre otros factores, influyen también. El doblegamiento del gobierno de Joe Biden ante la narcodictadura de Maduro después de que la presidencia de Trump persiguió, atacó y la sancionó, es otro fracaso de los demócratas que tiene indignada a la comunidad latina en Estados Unidos, la cual representa más del 25 % de la población y hoy exige de nuevo mano dura contra estos bandidos, cuyas cabezas tienen una recompensa del Departamento de Estado por financiación y apoyo al narcoterrorismo y por narcotráfico.

A los ataques constantes del progresismo mundial contra Trump, que ya se ha ido adueñando de la región, no les conviene que un conservador devoto de Dios y de políticas fuertes llegue de nuevo a manejar el país de la democracia más estable del mundo, donde la ley y el orden sí se cumplen. Ellos pretenden llegar a como dé lugar para tomarse el control con una Rusia que amenaza de frente sin que Biden haga nada, teniendo como aliados a Cuba, a 90 millas del estado de la Florida, y una Venezuela a tres horas en avión.

Ñapa: renunció Joe Biden a su aspiración para la reelección apoyando a Kamala Harris y pidiéndole a su partido que la rodee para que ella sea la candidata. Kamala representa el ala más radical de la izquierda norteamericana. Su cercanía con Soros es preocupante. Ya todos sabemos a qué se dedica Soros al apoyar el progresismo mundial y a las dictaduras como la de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Su experiencia es nula y como vicepresidente no ha hecho nada. Su ejecución es prácticamente cero y su liderazgo internacional también lo es, lo que es algo muy importante para un presidente de Estados Unidos.

Harris genera mucho rechazo a nivel interno y mayor rechazo externo al estar lejos del centro. Finalmente, nada tiene asegurado. Debe ganar una convención en la que lo único claro que hay es que no hay unidad alrededor de su candidatura. En la última encuesta, Trump se encuentra en un 65 % y ella en un 31 %, prácticamente la dobla y no le veo maniobrabilidad para lograr el objetivo en tres meses. Por otra parte, el afán por mantenerse en el poder puso en riesgo a Estados Unidos y a todo Occidente, esperaron hasta el debate para mostrar la debilidad de un presidente que no coordina ni dos frases. Yo los veo divididos, aunque ellos cuentan con que hay un electorado que jamás votaría por Trump.

A esperar la convención de los demócratas en que cada uno tirará para su lado con un Obama que no la apoya de a mucho, pero sí la radical Nancy Pelosi.

Otro dato: Trump le ganó a Hillary Clinton, quien no generaba tanto rechazo y sí estaba bien preparada.

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SEMANA
<![CDATA[Alimentando al ladrón]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/alimentando-al-ladron/202449/https://www.semana.com/opinion/articulo/alimentando-al-ladron/202449/Mon, 22 Jul 2024 11:29:49 +0000Lo increíble de la actual crisis de corrupción del Congreso a través de los recursos de la UNGRD, no es la absoluta falta de decoro y respeto de los funcionarios involucrados por Olmedo López y Sneyder Pinilla, incluso su enfática y descarada denegación de responsabilidad.

Tampoco es increíble cómo la justicia arrastra los pies evitando tomar medidas concretas contra los corruptos, a pesar del amplio catálogo de pruebas y las confesiones explícitas de los gestores de corrupción designados por el alto gobierno. Una vez más, los fiscales y jueces caminan como tortugas y se enredan en sus propios actos y omisiones para avanzar lo menos posible y darles a los corruptos la gabela de defenderse desde los mismos cargos que usaron para defraudar al país. Y pasarán dos años más buscando la “prueba reina”, desconociendo las pruebas monumentales y sometiéndose a las artimañas de los abogados defensores que dilatarán todas las instancias hasta lograr la adorada prescripción. Este patrón es ya la regla aceptada de conducta por las instituciones:

Si te pillan con las manos en la masa, ¡no te preocupes! El sistema y su catálogo de excesivas garantías y derroteros procesales está aquí para asegurarte la impunidad y de paso sustentar tu digno y útil reclamo de que no asumirás consecuencia alguna sino hasta que se produzca la condena en séxtuple instancia (primera instancia, segunda instancia, casación, tutela, impugnación y revisión de tutela).

Estas deformidades de nuestra democracia y nuestro sistema de justicia no las inventó Petro. De hecho, el presidente reclama paridad y acceso a la misma sinvergüencería e impunidad que los gobiernos anteriores.

Lo que realmente es increíble es que el Congreso entrará a considerar, y casi que con toda certeza aprobará, una nueva reforma tributaria.

Nos anuncia el “inocente” ministro de Hacienda Bonilla que la reforma será en parte para deshacer el efecto recesivo de la anterior reforma promovida por este gobierno en 2022, en tiempos del “inocente” exministro Ocampo. Pretende convencernos de que la reforma será menos gravosa que la anterior.

No lo será. Con la nueva reforma seguirá el aumento de la presión fiscal sobre los hogares de clase media y media alta y pequeños y medianos empresarios, ante la indiferencia de los opinadores, los directores de medios, los sabios de alquiler de la economía colombiana y la clase política que, todos a una, han aceptado como acto de fe que los impuestos deben ser siempre cada vez más altos para, a su vez, nutrir presupuestos cada vez más grandes, para, a su vez, nutrir un aparato estatal que debe ser cada vez más poblado y grande.

Es como un karma inevitable que los centros de poder, que se nutren de los impuestos o aquellos que tienen suficiente lobby en el Congreso para evitar nuevos impuestos, le han vendido al país como una verdad inexorable: toca subir nuevamente los impuestos, ¿qué se le va a hacer?

Y esto se lo anuncian al país, año tras año, durante los últimos 30 años, sin sangre en la cara y a pesar del descubrimiento del escándalo de corrupción de cada semana.

E insisto: ¡increíble! El país se lo encaja sin chistar. Sin discutir.

Esto a pesar de que la misión de expertos de la Ocde, en el extenso estudio que le contrató el mismo Estado colombiano en el gobierno Duque, resaltó lo caótico, regresivo e injusto del sistema fiscal colombiano.

La gente se lo encaja a pesar de las evidencias del error de estas políticas evidenciado en la aguda recesión económica.

La gente se lo encaja con la certeza de que los mayores impuestos seguirán nutriendo la corrupción, la ineficacia y el malgasto del Estado.

No existe en el espectro político o partidista una corriente que se atreva a romper el consenso de la cultura fiscalista y de gasto público desbordado. Incluso pocas voces de la academia se oponen a esta trampa fiscal sin fin, en la cual la clase política seguirá ordeñando más recursos del sector productivo para seguir alimentando a un estado ladrón que incumple sin excepción todos sus deberes fundamentales.

Debemos corregir drásticamente el rumbo y lograr un nuevo consenso social que libere al sector productivo de las altas tasas de tributación y que imponga una reducción en el gasto público. Debemos superar el facilismo que se ha impuesto entre la mayoría de los economistas políticos, según el cual el asistencialismo que menos daño hace es regalar plata sin mirar a quién. Debemos exigir un conservadurismo fiscal determinado y comprometido; no podemos seguir condonando a gobernantes que manipulan la regla fiscal moviendo constantemente sus límites, haciéndola una institución hoy en día casi que caduca ante el afán de gasto.

Con la deuda pública bajo control y por debajo del 40 % del PIB, con menores tasas impositivas y un sistema simplificado y depurado de beneficios ocultos, con un asistencialismo focalizado y excepcional y un compromiso con los deberes esenciales del Estado en seguridad, justicia, bienes públicos y educación de calidad, lograremos más crecimiento y competitividad y romperemos la barrera del desempleo y de la informalidad laboral y fiscal, alimentando con ello un ambiente propicio para productividad que es la única manera real y duradera de romper la desigualdad.

No aceptemos una nueva reforma que sólo servirá para alimentar a los que nos roban nuestros impuestos.

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Publicaciones Semana - Juan Carl
<![CDATA[Dra. Piedad, no tendría presentación]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/dra-piedad-no-tendria-presentacion/202435/https://www.semana.com/opinion/articulo/dra-piedad-no-tendria-presentacion/202435/Mon, 22 Jul 2024 10:59:35 +0000En días pasados, una reconocida profesora e investigadora de la Universidad Nacional preguntaba en su cuenta de X cómo en la Encuesta de Calidad de Vida 2024 que había realizado el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) se notó la ausencia del cuestionamiento sobre la disposición y entrega de medicamentos a la población de parte del sistema de salud. Una inquietud que siempre estuvo incluida en las encuestas nacionales, por 30 años, y que constituye uno de los indicadores más importantes para establecer qué tan completa y oportuna es la dispensación de medicamentos a los colombianos.

Pero no es la única. Desde la presentación de la encuesta realizada por el Dane en agosto de 2023 se anunció que se excluirían 23 preguntas y subpreguntas relacionadas con el uso de servicios de salud como hospitalización y urgencias. Esto nos lleva a un completo apagón sobre la oportunidad y calidad de los servicios de salud y se rompe la serie que permitió (en el pasado) el estricto seguimiento al sistema de salud.

Se elimina también, por ejemplo, la pregunta sobre embarazo actual en los albores de la mayor crisis demográfica que pueda enfrentar el país en los últimos 50 años, con la evidencia de reducción de la tasa de natalidad y que se ha acentuado en la pospandemia. Esto quiere decir que las políticas demográficas quedarán desfasadas a la presentación de los registros de nacimientos, cuya recolección y consolidación se hace naturalmente con dos años de retraso.

No obstante, lo más crítico es que el Dane excluyó el indicador más importante sobre la protección social en salud para el ciudadano -y el evaluador por excelencia del aseguramiento en salud del ciudadano-: el gasto de bolsillo. Ese pilar mide cuánto gastamos en salud los colombianos de nuestro propio bolsillo. De cada 100 pesos invertidos en tratamientos y medicamentos, qué tanto paga el Estado a través de la seguridad social y cuánto cada ciudadano en la recuperación de nuestra salud.

Es un índice tan relevante, que la propia Corte Constitucional ha mantenido constantes requerimientos de medición y reporte al Ministerio de Salud asociados al cumplimiento de las órdenes emanadas de la sentencia T-760 de 2008, el Auto 496 de 2022 y otros autos y órdenes vigentes. El gasto de bolsillo es un indicador global de comparación entre los países del mundo y es de reporte esencial para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), de la cual Colombia hace parte y la que el actual gobierno gusta referenciar siempre que algún indicador no nos favorece.

Hago especial énfasis en el gasto de bolsillo en salud de Colombia -que para 2023 se situó en el 15 %- porque ha venido reduciendo sustancialmente, es el segundo menor del continente y uno de los menores en el mundo. ¿Por qué se quiere eliminar precisamente cuando el gobierno ha pretendido reformar el sistema de salud y lanzar un nuevo “modelo”? ¿Por qué eliminar de las estadísticas oficiales los indicadores que permitirán el seguimiento y evaluación de las reformas y de la propia gestión administrativa del gobierno, orientada a “posibilitar la crisis” del sistema de salud?

Eliminar de la Encuesta de Calidad de Vida estos indicadores (gasto de bolsillo en salud y la entrega de medicamentos) despierta suspicacias. Un instituto técnico e independiente, como el Dane, no debería permitirse esos “lujos” en un país que ha sido respetado internacionalmente por la idoneidad y constante esfuerzo por indicadores de calidad en la información pública. La disponibilidad, oportunidad, calidad y transparencia de la información es una necesidad, no solamente para la formulación de políticas, sino también para el debate democrático informado. Es asimismo lo que propenden las guías de las Naciones Unidas en lo referente a relevancia, imparcialidad y acceso.

Ni el Dane ni los centros de investigación, ni el ya casi inexistente Departamento Nacional de Planeación (DNP), deben dejar de hacerse y responder a estas preguntas. Pero también valdría la pena que el recién instalado Congreso de la República se las dirigiera directamente al Dane.

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Publicaciones Semana - Juan Carlos Sierra
<![CDATA[La pinta no siempre es lo de menos]]>https://www.semana.com/opinion/articulo/la-pinta-no-siempre-es-lo-de-menos/202413/https://www.semana.com/opinion/articulo/la-pinta-no-siempre-es-lo-de-menos/202413/Mon, 22 Jul 2024 11:46:13 +0000El ministerio de Cultura de nuestro país señala, en su página oficial, que el 20 de julio es el día que simboliza la independencia de Colombia de la colonización española, por lo que esta fecha es la celebración patriótica más importante de la nación.  Ese día, pero del año 1810, se dio inicio al proceso libertario que finalizó con la disolución de la Gran Colombia en 1830 y se hace efectiva la designación de esta fecha como el día nacional.

Desde comienzos del siglo pasado,  la celebración de esta importante fecha para el sentimiento de los colombianos, se ha venido celebrando teniendo como eje un desfile militar,  pero solo hasta el año de 1982 mediante el decreto 770, la presidencia de la república, regula las actividades que darán realce a la celebración patria, estableciendo entre otras actividades y disposiciones la realización de tres eventos en la capital del país. El primero de ellos es el desfile militar, posteriormente un Te Deum, para pasar finalmente a la instalación del congreso.  La celebración religiosa fue suspendida temporalmente por disposición del Consejo de Estado desde el año 2016, gracias a una demanda interpuesta por uno de los tantos abogados que pululan mirando como descomponer a nuestra nación.  Para fortuna de todos, la demanda que buscaba la suspensión provisional de los efectos del Decreto 1967 de 15 de agosto de 1991, “Por el cual se reglamenta el uso de los símbolos patrios: La Bandera, el Escudo y el Himno Nacional”, expedido por el gobierno nacional, no prosperó.

Este año, después de tanta incertidumbre con relación a la ciudad donde la presidencia dispondría la realización del desfile militar y policial, el cual inicialmente se tenía previsto en la ciudad de Quibdó, imagino yo, que por costos y falta de disponibilidad de equipos, para mover a tanto personal a ese municipio, se decidió finalmente hacerlo en la capital de la república.

El alistamiento de personal, material y equipo por parte de las fuerzas militares y de policía, siempre se hace con anticipación, basado en un detallado plan que se elabora desde el más alto nivel en el Comando General de las Fuerzas Militares, pues esta es una de las fechas que ya están preestablecidas, tanto en el calendario de ese comando, como en el de las diferentes fuerzas y se debe ejecutar sin descuidar el mantenimiento del orden y la seguridad en las diferentes regiones de la geografía nacional.

Las tropas, como siempre lo hacen, madrugaron y salieron para el sitio previsto con la anticipación debida, pues la cita con la patria y con los colombianos era a las 10:00 de la mañana. Mientras tanto, millares de hombres, mujeres y niños, de todas las edades, se fueron  apostando a lo largo de la avenida y esperaban ansiosos se diera comienzo a los actos previos al magno desfile, usando muchos de ellos la camiseta de la selección, porque verían pasar a la selección Colombia más grande y fuerte de la patria…la conformada por sus soldados y policías. Siendo ya el medio día, la impaciencia  del público, por el retardo en el cronograma, se hacía evidente y los gritos de “sin Petro”, “fuera Petro” se comenzó a escuchar como una ola, a lo largo de la avenida Boyacá.

No se sabe quién dio la orden, pero el comandante del batallón Guardia Presidencial elevó su voz de mando y dio parte de las tropas al ministro de la cartera de Defensa y todo hacía presumir que este desfile, así como lo fue el del año pasado, sería presidido por la vicepresidente. En las tribunas ya habían retirado las sillas vacías.

Después de dar el parte, el comandante de la guardia presidencial iniciaba a retirarse del sitio, pues el acto previo al desfile es la imposición de la Cruz de Boyacá a Generales y Almirantes, presea que solo la impone la máxima autoridad de la nación y al no estar él, se asumía, se daría inicio al desfile.  El coronel es alcanzado por dos oficiales de la seguridad de Casa Militar, que hacen que  vuelva a su lugar y es precisamente en ese momento cuando las cámaras, de manera fugaz, enfocan la llegada de un helicóptero, el cual aterriza en la parte posterior  de la zona de las carpas de los invitados. Se ve, luego, a alguien presuroso colocando una silla en la mitad de la tarima principal y momentos después hace su entrada por la parte de atrás de la misma, el presidente de los colombianos. Habían transcurrido más de dos horas de retraso.

El sol inclemente de la mañana no acobardó a los asistentes y tampoco golpeó la moral de las tropas, quienes con sus mejores galas, aguardaron pacientes la llegada del presidente. Llamó poderosamente la atención el vestuario del mandatario, pues dio la impresión que de pronto se confundió y creyó que esta celebración sería otra vez en San Andrés, como lo fue el año anterior.  Su guayabera desaliñada no pasó desapercibida, así como no lo fue el fugaz paso de las muy pocas aeronaves de la Fuerza Aérea  a lo largo de la avenida Boyacá, pues tanto tiempo en el aire ya los obligaba a regresar a sus bases, para abrir el espacio aéreo de la capital y reactivar la aviación comercial ya afectada por el retraso. A lo lejos, sobre los cerros, una de las cámaras enfocó, por unos instantes, dos helicópteros Black Hawk y el de la operación jaque del Ejercito, los cuales no se volvieron a ver.

Los militares y policías, como siempre, mostraron su gallardía, su decoro; en contraste, todos los comentarios sobre el desfile se centraron en la evidente falta de respeto con la institución militar y de policía, por el acostumbrado retardo a casi todas las actividades, que teniendo relación con la fuerza pública, se realizan y que por protocolo le corresponde como jefe supremo presidir, también por su incumplimiento al código de vestuario, que viene incorporado en las tarjetas de invitación que la misma presidencia elabora, para todas las autoridades  civiles, militares, eclesiásticas, cuerpo diplomático y otras personalidades.

El presidente, tal vez y quiero pensar así, no entendió la formalidad que le asistía al presidir los actos conmemorativos del día de la independencia, pues fungía como jefe de Estado al tener como sus invitados a embajadores y agregados militares  de todas las naciones acreditadas en el país  y como jefe Supremo de las Fuerzas Militares, por la connotación misma del desfile como acto central de la celebración. Llamó mucho la atención que por primera vez un mandatario asiste sin su familia, como es tradición y es parte del protocolo.

Muchos colombianos dentro de ese pensamiento progresista que está tan en boga,  justifican y hasta aplauden, se rompan las normas de protocolo y de la etiqueta; pero la verdad se tiene que decir,  pues las cosas importantes se pierden cuando se comienzan a perder las cosas básicas, sencillas y ya no le damos la importancia que corresponde. Quienes piensan que el vestuario, la ausencia de la primera dama y el retardo a la ceremonia no reviste mayor importancia, deben entender que esa crítica no se le hace a Gustavo Petro, se le hace al Presidente de la República, como jefe de Estado y como Jefe Supremo de las Fuerzas Militares. Los Generales y Almirantes en el servicio activo guardarán prudente silencio, como les corresponde, pero desde el retiro, los que sí podemos expresar, debemos decirlo y exigir respeto no solo para con los militares, sino para todos los ciudadanos en general.

Nos asiste el deber de decir al presidente de los colombianos que la pinta no siempre es lo de menos; que existe el decoro como una condición que va en doble vía, que los soldados de todas las fuerzas y los asistentes a los actos conmemorativos de la independencia nacional merecen respeto y que ese respeto, sí viene de su parte, no le va a sustraer el carácter popular que pretende mostrar en su vida pública. Ayer 20 de julio de 2024, se escribió una nota desagradable por parte del mandatario de los colombianos, al hacer evidente el poco o nulo afecto por unas instituciones que por principios y tradición histórica, le han servido bien a los colombianos, han mantenido el sistema político que permitió, inmerecidamente o no, que Gustavo Petro Urrego llegará a la presidencia, instituciones  que serán fieles al juramento de patria, de honor y de lealtad, así el mandatario no desarrolle la mejor gestión de gobierno.

Después de casi tres horas de desfile, los integrantes de la policía de los colombianos, desfilaron ante una silla vacía (el mandatario salió tan apresurado como llegó),  en una tarima donde los pocos asistentes más por vergüenza que por gusto, esperaron pacientes pasara el último de los hombres y de las mujeres de la cola del desfile.  Menos mal, el presidente se cambió de traje para acudir a la instalación del congreso, para lucir con el decoro acorde a la dignidad que representa. Un miembro de uno de los centros de pensamiento con los que interactúo, indicaba que con el vestuario informal, el presidente quería dar un mensaje. Yo le creo, el mensaje lo dio y no es el mejor, pues sigue siendo coherente con la forma despectiva como siempre ha tratado a sus soldados y policías.

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