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De Atlántico a París: la inspiradora historia de la nueva promesa del BMX colombiano
Para muchos, es la sucesora de Mariana Pajón y un motivo de orgullo para su familia y la región Caribe. Esta joven de 23 años busca hacer realidad el sueño olímpico para Colombia.
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Nacida en Florencia, Caquetá, pero con un fuerte arraigo por Barranquilla, la tierra que la vio crecer y cosechar sus primeros triunfos, Gabriela Bolle Carrillo es la nueva figura femenina del mundo del bicicross. Inspirada por los logros olímpicos de la reina del BMX, Mariana Pajón, Bolle se consagró a este deporte y ha venido dejando una estela de éxitos a su paso. Hoy espera ser la segunda mujer que represente a Colombia por esta disciplina en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Desde niña, esta joven deportista, con ascendencia alemana, demostró una energía única y gran aptitud para el deporte. De acuerdo con su madre, Paola Carrillo, Gabriela era una niña hiperactiva y, aunque trató de introducirla en otros deportes, el BMX la apasionó a muy corta edad, y en esto tuvo que ver Mariana Pajón, una de sus ídolos deportivos, quien en 2012 ya se había coronado campeona olímpica en Londres.
“Ella veía una pista de BMX y siempre me señalaba que quería montar en bicicleta. Realmente, yo al inicio me negaba a llevarla a la práctica porque considero que es un deporte de alto riesgo. Incluso, casi no la veo competir porque me dan nervios. Por eso intentaba meterla en otros deportes. Una vez vino Mariana Pajón a Barranquilla y un amigo nos avisó. Decidimos llevar a Gabriela al espectáculo, tenía como 12 años y ya había practicado algo durante unos meses que vivimos en Medellín; pero al ver el espectáculo de Mariana, eran tantas las ganas que tenía de participar, que le consiguieron bicicleta, casco y de todo, la dejaron participar y terminó ganando”, recuerda su madre.
Fue así como la joven promesa empezó a prepararse en las pistas de bicicross, hasta empezar a destacarse en la escena nacional e internacional.
“Desde muy pequeña me atraían los deportes extremos. De hecho, me gustaba que mi papá me subiera en su moto y cada año le pedía una moto al niño Dios. Y en la bicicleta, disfrutaba mucho esa adrenalina. Desde el 2012 empecé más seriamente en el bicicross, me compraron otra bicicleta y mis papás me pagaron un entrenador tres veces a la semana y empecé a correr en el país, en juegos nacionales, mundiales y fui explotando ese talento”, cuenta Gabriela Bolle.
Una carrera brillante
En 2015, con apenas 15 años, compartió podio con Mariana Pajón, ocupando el segundo lugar en los XX Juegos Deportivos Nacionales Carlos Lleras Restrepo, organizados en Ibagué y Quibdó.
Su incursión en la escena internacional comenzó dos años más tarde, cuando compitió en el Campeonato Mundial de Ciclismo en Rock Hill, Estados Unidos, llegando hasta las semifinales y anunciando su presencia con fuerza en el escenario global del BMX. Desde entonces, su ascenso ha sido imparable.
En 2018, en el Mundial de BMX en Bakú, Azerbaiyán, Bolle se llevó la medalla de bronce, demostrando su habilidad y determinación en cada salto y giro. Este logro fue seguido por una actuación extraordinaria en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en su querida Barranquilla, donde se llevó a casa la medalla de oro y escaló (de acuerdo con la Federación Colombiana de Ciclismo) hasta el primer puesto en el ranking mundial de su categoría.
No contenta con sus triunfos continentales, Bolle dejó su huella en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en Buenos Aires, Argentina, donde se quedó con una medalla de bronce en la prueba de BMX por equipos mixtos.
“Yo conozco a Gaby desde que era una niña de 13 o 14 años, pero no habíamos tenido la oportunidad de ser compañeros, hasta que llegué a la selección Colombia por primera vez en 2019. Desde ahí hemos llevado un proceso juntos, compartido todos estos años hasta hoy como Selección Colombia. Es una mujer muy talentosa, que ha sabido sobreponerse a todo, trabaja muy duro, y no se queda con lo primero que le dicen, siempre le gusta ir más allá. Técnicamente, tiene una genética que le favorece, unas piernas largas y una buena estatura para el deporte, es buena para la salida, y tiene muy buen fundamento técnico”, destacó Mateo Carmona, bicicrosista antioqueño, quien también disputa uno de los cupos para representar a Colombia en París 2024.
La trayectoria de Bollé ha sido una sucesión de éxitos, con medallas en competiciones nacionales e internacionales. En 2023 se alzó con una medalla de plata en el Campeonato Nacional en Ibagué, y una vez más brilló en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, asegurando otra medalla de plata para su colección.
Ahora, con la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de 2024 en Francia, Bolle se encuentra en plena preparación, decidida a asegurar uno de los codiciados cupos olímpicos para Colombia que serán anunciados en los próximos días por la Unión de Ciclismo Internacional (UCI).
Aunque Gabriela sufrió un par de lesiones, su espíritu guerrero, disciplina y pasión por este deporte la han impulsado a seguir adelante por el sueño olímpico.
“En el Mundial de este año tuve una caída, con un golpe en la cabeza y en el hombro, pero he descansado mucho, ya he empezado a entrenar nuevamente, también estoy disfrutando mucho ver a la familia otra vez, gozar ese ambiente barranquillero que me gusta tanto y estamos esperando la resolución de la UCI, aunque ya Colombia tiene unos cupos asegurados (tres hombres y dos mujeres). Y bueno, les doy las gracias a todo mi equipo y a las personas que me apoyan, cada vez nos levantamos más fuertes para seguir en la construcción de este sueño”, aseguró la deportista.
Su amor por La Arenosa
Aunque Gabriela nació en Florencia, Caquetá, por temas de trabajo y por temor al conflicto armado de aquella época, llegó desde muy niña con sus padres a Medellín. Posteriormente, su familia se trasladó a la capital del Atlántico, y pese a que en su carrera ha vivido en países como Francia y otras ciudades de Colombia, Gabriela siempre habla de su amor por Barranquilla, que considera su hogar.
“El hogar es donde está el corazón: la familia, la vivienda, el deporte. Y en Barranquilla está todo para mí. Barranquilla ha sido mi gran apoyo desde que tengo 13 años, aquí me dieron oportunidades, creyeron en mí, en todo este sueño, hasta construyeron una pista de BMX para los Panamericanos. Realmente, no cambio este lugar. Aquí me gradué, tengo mis amigos. Es la ciudad que me vio crecer y también con orgullo he representado al Atlántico”, dice.
Por último, la joven indica que, además de los Juegos Olímpicos, tiene aún muchos sueños por cumplir, no solo a nivel deportivo, también quiere estudiar y poder retribuirle a su región todo el apoyo y las oportunidades que le ha dado.